InicioBlog"Warfare: Tiempo de guerra": Prosa en tiempo real

“Warfare: Tiempo de guerra”: Prosa en tiempo real

Tienes que leer

Ferran Alcocer Gómez
Ferran Alcocer Gómez
De Nolan, Ducournau y Sorogoyen. Graduado en Comunicación Audiovisual y Periodismo. Mi vida se basa en esperar a que empiece el siguiente Festival de Sitges.
Publicidad
Publicidad

Los premios no son infalibles. Tras un año donde Anora, The Brutalist o Cónclave han sido protagonistas en la carrera hacia los Oscars, otros grandes films han quedado relegados y, lamentablemente, maltratados. Fue incomprensible que Challengers no tuviera ni una sola nominación, más aún considerando que partía como favorita en banda sonora y montaje. Tampoco es fácil entender el poco cariño que le dio Hollywood a Civil War, uno de los grandes títulos de 2024. El filme bélico de Alex Garland resultó ser un magistral ejercicio de tensión a la vez que una ardua crítica al rumbo que está tomando Norteamérica. Aunque la Academia le diera la espalda, el público sí que supo valorar la consagración de un director tan especial como Garland. Apenas un año después de Civil War, su director ha hecho equipo con Ray Mendoza, veterano de la Guerra de Irak, para perturbarnos con Warfare: Tiempo de guerra.

Un pelotón de Navy SEALs es acorralado en un edificio en medio de territorio enemigo. Esta simple línea condensa toda la acción de Warfare: Tiempo de guerra. Aunque, aparentemente, parece demasiado monótono como para ameritar una película de 95 minutos, Garland y Mendoza se las ingenian para sacudirnos con una historia cruda, realista y despojada de patriotismos. Durante algo más de una hora y media, somos testigos del horror de la guerra en su vertiente más pragmática. Sin verso y con la prosa como patria.

Warfare: Tiempo de guerra no es una película para el gran público. Este necesita señales, cual si fueran un boeing 747 aterrizando en una noche de tormenta. Necesita que la ambigüedad brille por su ausencia, que los retos no existan y que todas las cartas estén sobre la mesa. No tolera que la película no tenga un discurso presentado, explicado y concluido con todo lujo de detalles. No quiere películas como esta, pero existen. El gran atractivo de Warfare: Tiempo de guerra es su rechazo al gran público. Se ciñe a presentar una situación sin hacer juicios morales que condicionen nuestra percepción. Todo lo que vemos es objetivo, sin banderas, y es en su simpleza donde radica su encanto.

En resumen

Narrada en tiempo real, Warfare: Tiempo de guerra plasma uno de los tantos infiernos que habrá presenciado cualquier guerra. Es un relato tan extrapolable a cualquier conflicto, raza o tiempo que permite al espectador proyectar sus propias reflexiones. E igual eso es lo que más teme. No estamos ante un hito en el cine bélico. Tampoco ante la mejor película de Garland. Ni siquiera diría que es mejor que Civil War, pero sí que es un interesante y prosaico relato que invita a la reflexión y que desafía al espectador, obligándole a juzgar las imágenes por sí mismo.

Publicidad
Contenido patrocinado

Últimas entradas

Costa-Gavras: “Después de la muerte no hay que pensar en nada”

El pasado 25 de abril llegaba a los cines españoles de "El último suspiro", nueva película de Costa-Gavras, cineasta...

DEJA UNA RESPUESTA

¡Escribe tu comentario!
Por favor introduce aquí tu nombre

Publicidad

Más artículos como este