En multitud de ocasiones se tiende a menospreciar el mundo del cómic y a quienes los leen, con actitudes absurdas y prejuiciosas tan habituales en el ser humano. Más allá de los prejuicios, y mirando con la mente clara, un lector siempre que empieza un nuevo cómic, abre la ventana a un universo de posibilidades. Ya sean cómics de superhéroes, de misterio, de terror, de aventuras, de ciencia-ficción o de la vida cotidiana. Las posibilidades son casi infinitas, y no hay que esconder que lees cómics, al contrario, debes presumir de ello. Lo importante es disfrutar de la lectura, del arte y dejarte atrapar por la historia y exprimir el mensaje que el autor nos quiere transmitir. Porque los cómics pueden explorar el pensamiento humano y su evolución, como hace “Blue”, una historia de ciencia-ficción publicada por Shockdom que esconde un mensaje sobre los cambios que sufrimos en nuestro paso de la adolescencia a la edad adulta, narrado de forma fascinante, y que mezcla el manga japonés con el cyberpunk de William Gibson. En este primer volumen de “Blue”, nos situamos en un mundo en el que la cotidianidad es interrumpida por el agudo sonido de las sirenas de alarma, que avisan a la población de continuos ataques químicos sobre los cielos de las ciudades, donde es fácil enfermar y morir de repente sin conocer el motivo. Un mundo en el que para salir al exterior de las viviendas hay que llevar máscaras con oxígeno, y en el que la psicosis colectiva y la desinformación están a la orden del día.
En este mundo complejo y paranoico conocemos a Aqua, una joven que de la noche a la mañana descubre que está cambiando de una manera incomprensible, para ella, para sus amigos, para sus padres y para la doctora Beatrix, a quien la joven acude para obtener ayuda cuando no consigue gestionar la situación y el mutar de su cuerpo que, día tras día, se vuelve extraño y alienígena, inquietante y asfixiante.
Esta metamorfosis cuasi kafkiana lleva a Aqua a tratar de aislarse, sobre todo cuando se da cuenta que el mal que sufre ha influido en sus relaciones sociales y su amistad con su mejor amiga, metáfora de esa etapa de nuestras vidas en la que la pubertad hace acto de presencia, y en ocasiones los cambios que acarrea nos alejan de quienes creíamos nuestros amigos y nos acerca a quienes nunca hubiéramos imaginado. Es el caso de Aqua, no solo evolucionara físicamente sino emocionalmente, entablando una relación de amistad con Go, el abusón del instituto que, bajo su fachada de tipo duro, esconde alguien preocupado por la existencia y que está convencido que el gobierno esconde algún secreto a la población.
En Blue, Angela Vianello construye una historia muy personal e introspectiva, en la que el diálogo interior de Aqua es tan importante o más, que el relato que subyace en paralelo sobre una sociedad que vive atrapada en sus propios miedos (¿os suena?). A lo largo de las páginas de este primer volumen asistimos a la metamorfosis de Aqua con un dibujo que recordará a muchos al que mostraba Arkane, la exitosa serie de Netflix. Con una portada, además, que nada más verla me recordó al mítico anime Serial Experiments Lain, serie que trataba temas como Dios, el inconsciente colectivo, o teorías conspirativas, habituales del género cyberpunk.
En resumen
El primer volumen de Blue (el segundo fue publicado por Shockdom el pasado mes de enero) pone las bases de una historia fascinante sobre la identidad, el cambio y la evolución personal, con un escenario de ciencia-ficción. Un relato con identidad propia que además de contar con elementos que a todos nos fascinan, como los futuros con ambientación cyberpunk, las teorías conspirativas y los misterios tecnológicos, esconde un mensaje sobre la vida y como desde nuestra juventud afrontamos en solitario nuestra evolución personal.