La nueva pelÃcula del británico Edgar Wright (Spaced, Zombies Party, Bienvenidos al fin del mundo) fue un fuerte reclamo para la crÃtica, al menos en Barcelona, puesto que la sala se llenó bastante más de lo habitual. Asà que, de entrada, las expectativas sobre Baby Driver aumentaron significativamente al sentarme en la butaca. Y durante casi media pelÃcula cumple ese afán. La cinta arranca de manera apoteósica con el atraco a un banco y la posterior persecución frenética de coches a ritmo de temazo totalmente coreografiado, como si de un videoclip se tratase. Con este triunfal arranque el director determina cuál es la tónica del film: acción, emoción, coches a todo gas, violencia y musicote sin parar.
“Baby Driver”; acción coreografiada con musicote
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